UNA LLAVE SIMPLE PARA INMACULADA CONCEPCIóN UNVEILED

Una llave simple para Inmaculada Concepción Unveiled

Una llave simple para Inmaculada Concepción Unveiled

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Todo este trabajo silencioso se llevaba a agarradera a la luz de la condición divina con la manifestación de virtudes humanas y cristianas, que florecían con la dignidad y pureza de las costumbres.

, ¿a qué nos invita esa solemnidad de la Inmaculada Concepción a nosotros? San Pablo nos responde en la segunda repaso de hogaño, escrita a los efesios: el Padre nos ha favorito desde la cielo en Cristo para ser santos e inmaculados en su presencia en el aprecio. Esto requiere de nosotros una lucha ascética, que dura toda nuestra vida, contra el pecado.

– que el pecado no causara ningún efecto en ella, pero la desaparición de pecado original tiene un algo

El pecado, que como torrente arrastra a la humanidad, se detiene delante el Redentor y su fiel colaboradora. Con una diferencia sustancial: Cristo es totalmente santo en virtud de la gracia que en su humanidad brota de la persona divina; y María es totalmente santa en virtud de la Agudeza recibida por los méritos del Salvador.

Todavía a nosotros se nos ha otorgado la «plenitud de la Humor» que debemos hacer resplandecer en nuestra vida, porque «el Padre de nuestro Señor Redentor —escribe Santo Pablo— nos ha bendecido con toda clase de bendiciones espirituales (.

¡Que preciosas son estas palabras! El Venerable anciano Pío IX, al pronunciarlas el día de la Inmaculada de 1869, inaugurando con ellas el Concilio Vaticano, dio la tónica a su distante sucesor; que con su abundancia el Señor las reciba, las repita ya desde ahora e invite a todos los hijos de la Iglesia católica a repetirlas en alabanza y súplica por el nuevo Concilio.

Francisco en la Plaza de España: 'María, vengo a ti en nombre de quien siente más duro el camino' El Santo Padre en el ángelus: 'No se entiende que un serio cristiano no sea misericordioso'

Saludo con afecto a los romanos y a los peregrinos procedentes de Italia y de diversos países, en particular a los fieles de Novoli y a los chicos de Confirmación de Cingoli.

con la que todos somos abarcados en Jesús: en el Hijo Indestructible-Verbo, que se hizo carne al llegar la plenitud de los tiempos.

A lo extenso de los siglos, la Iglesia ha tomado conciencia de que María "llena de Humor" por Jehová había sido redimida desde su concepción. Es lo que confiesa el dogma de la Inmaculada Concepción, proclamado en 1854 por el Papa Pío IX: «.

Seguimos caminando en este camino que nos lleva hasta la Navidad del Señor. El Adviento es el tiempo litúrgico que nos dispone a remembranza de la presentación de Aquel que vino, que volverá, sin haberse ido no de nuestro flanco.

Lc 1, 28). La Inmaculada Concepción significa que María es la primera salvada por la infinita misericordia del Padre, como primicia de la salvación que Dios quiere donar a cada hombre y mujer, en Cristo. Por esto la Inmaculada se ha convertido en icono sublime de la misericordia divina que ha vencido el pecado. Y nosotros, ahora, al inicio del Muchedumbre de la Misericordia, queremos mirar a este icono con amor confiado y contemplarla en todo su esplendor, imitándola en la Certidumbre.

Si deseamos conocer el trayecto del dogma y las fuentes de la Escritura, tanto el evangelista de la Anunciación, como el autor del Hecatombe, la tradición de la Iglesia en los primeros siglos y el magisterio pontificio, posteriormente, han recalado en el llamado Protoevangelio del Génesis: «Ella te Inmaculada Concepción aplastará la vanguardia». Y desde el Desastre -«Una mujer vestida de sol da a fuego a un hijo hombre que ha de regir todas las naciones»- llegamos hasta la definición dogmática hecha por el Papa Beato Pío IX, el 8 de diciembre de 1854 con el siguiente texto: «La doctrina que enseña que la bienaventurada Virginal María fue preservada inmune de toda mancha de pecado flamante en el primer instante de su Concepción por singular Gracejo y privilegio de Jehová omnipotente, en atención a los méritos de Nazareno, Salvador del género humano, es revelada por Dios y por lo mismo debe creerse firme y constantemente por todos los fieles».

La persona es verdaderamente concebida cuando el alma es creada e infundida en el cuerpo. María fue preservada de toda mancha de pecado original Inmaculada Concepción en el primer momento de su animación, y la gracia santificante le fue dada antes que el pecado pudiese hacer efecto en su alma. “...fue preservada de toda mancha de pecado diferente...” La esencia activa formal del pecado diferente no fue removida de su alma como es removida de otros por el bautismo; fue excluida, nunca estuvo en su alma; simultáneamente con la limitación del pecado.

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